Terminal Ediciones, 2020
Cuando escuché del primer caso de coronavirus en México hacía una residencia de arte en Coatepec, un pequeño pueblo en el estado de Veracruz. Aún tenía previsto pasar un mes más ahí con mi hijo y mi pareja. El momento en que las fronteras se cerraron en el Ecuador, las cosas también empezaron a complicarse en México. Días después, nos prestaron una casa deshabitada en Oaxaca y decidimos viajar allá por un tiempo indefinido. Hoy llevamos 92 días en Oaxaca. Una ciudad que hemos ido conociendo desde el confinamiento. No hemos contactado a nadie aquí, todo está cerrado.
He ido conociendo esta ciudad y la casa que habito a través de sus objetos. Comencé a fotografiar estos objetos que aparecían en el encierro. Vivo en una casa que no conozco, exploro los libreros y la cocina tratando de conocer a sus dueñxs. Pienso cómo estos objetos pueden construir un relato en el presente. Un relato que se confunde entre fragmentos de libros que encuentro en la casa, sonidos o música que viene de los vecinos y reflexiones de mi hijo. Con una creciente obsesión por registrar el paso de los días, como mecanismo para comprender un tiempo incomprensible.
Me interesa indagar qué queda de este objeto que se transforma en un hogar que estuvo deshabitado. Pienso en estas preguntas como parte del proceso de esa obra que no logro resolver. Por momentos, convierto mi práctica artística -esta acción de clasificar y observar cosas durante días-, en una especie de arqueología. Como si hubiera encontrado unos restos materiales sin pistas claras.
Pienso en el trabajo de Akram Zaatari y sus investigaciones en la Fundación de la Imagen Árabe. Como menciona Zaatari: “El expansivo trabajo sobre coleccionismo adopta una perspectiva arqueológica: excava en el pasado, hace aflorar nuevas narrativas y las re-sitúa en la contemporaneidad. ” Estas son las narrativas las que surgen del devenir de estos objetos que descubro en el tiempo: transformo en materia viva los que me llaman la atención.
Oaxaca, 2020
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DISTANSIAS es una serie de libros de descarga gratuita que conectan el trabajo de artistas, diseñadorxs, pensadorxs y activistas Latinoamericanxs durante la pandemia del coronavirus. Diversas miradas, unidas tanto por la duda, como por la esperanza. Sofía Acosta-Varea (La Suerte) se mueve a Oaxaca, México con su familia para quedarse encerrada en una casa deshabitada. Durante 3 meses, la artista recrea, a través de este diario visual, una arqueología de objetos mundanos, como tratando de reconocer los fantasmas que habitan ese espacio y los suyos propios. Entre citas literarias, líneas de reggaetón y textos de su pequeño hijo, Sofía documenta emotivamente noventa días atravesados por fragmentos de luz y oscuridad.
